El referéndum italiano y las elecciones austríacas
Decía ayer que "Los más jóvenes .............. están dispuestos no solo a no participar en la feria, sino a vivir lo más que puedan al margen de ella, hasta cambiarla."
Tal vez no sean solo los mas jóvenes. El resultado del referéndum italiano, como antes el brexit de GB, y la elección de Trump en USA, creo que pone de manifiesto que una creciente parte de la población responde, en elecciones y referendums, a la cuestión que cree que debiera haberse planteado, no a la planteada.
A mi juicio los europeos queremos mayoritariamente Europa, pero no ésta.
Los europeos y muy probablemente los estadounidenses, queremos participar en las decisiones cuyos resultados nos afecten, y si no disponemos de la información cierta y suficiente para acertar en la opción que mas nos convenga, estamos dispuestos a equivocarnos e ir aprendiendo poco a poco. Nada es tan urgente.
Aunque parece que huir de la manipulación de poderosos y castas no es fácil, si lo es no repetir el error, no volver a confiar en los que ya nos han mentido, ignorado, despreciado y, por tanto, decepcionado.
Aprenderán a mentirnos y manipularnos de otro modo, unos y otros, todos los que, aunque son como nosotros nosotros, no quieren verse ni comportarse así. Algunos incluso querrán quitarnos la capacidad de elegir, quedársela de nuevo para ellos, y regresar al confort que dieron a sus mayores las sociedades autoritarias.
En Austria parece que tampoco los autoritarios han podido ganar pese a sus eslóganes populistas. Populistas en el sentido que me gustó y que ayer utilizaba Manuel Rivas en El pensamiento grosero de El País Semanal: "Me convence la irónica definición de que populista es aquel que constantemente ensalza al pueblo, pero en el fondo lo desprecia"
Amen
Valencia, 5 de diciembre de 2016